La convención de revitalización responde a un dispositivo previsto en el cuadro de la ley de cohesión social de 2005. Todo grupo de más de 1.000 empleados que proceda de un PSE (Plan de salvaguardado del empleo) tiene la obligación de revitalización consecutiva para la supresión de los puestos de trabajo implicados.

Las empresas beneficiarias son prioritariamente las PYMEs de menos de 250 empleados, implicando únicamente a los empleos con un contrato de duración indefinida (CDI) o de duración determinada (CDD) de más de 6 meses.

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